Lucidio Maureira cuida la mole

El Zaguán, abril de 2005.

Todo palacio tiene un vigía. Éste es el caso del Mural Más Grande, espectacular armatoste de concreto decorado con miles de colores que resulta un icono de Ciudad Ojeda.

Su cuidador lleva por nombre Lucidio Maureira, hombre noble que forma parte de la Fundación Ojeda 2.000 desde sus inicios, cuando junto a Edinson Martínez realizaban las gestiones para obtener la concesión de la estructura para convertirla en una enorme obra de arte.

Comúnmente se le confunde como vigilante o bedel, porque muy pocos saben que él es uno de los fundadores y quien más tiempo dedica al Complejo Cultural. Desde muy temprano, cada mañana llega en su Malibú verde año 79, al monumento en donde hace literalmente de todo, hasta bien entrada la noche cuando agotado, pero satisfecho se marcha a su otra casa.

“Hago esto por que me gusta” dice este amable y siempre sonriente personaje, quien ha vivido toda la evolución del complejo desde la petición, pasando por la etapa de recaudación de fondos, los inicios de los trabajos de limpieza y recubrimiento de las paredes, la realización del mural por el artista Manuel Vargas, hasta hoy.

Nacido en Bachaquero, pero con toda una vida en Ciudad Ojeda, Maureira sueña con que la gente de este municipio conozca y le tome aprecio al monumento, y que éste a su vez perdure en el tiempo, siempre colorido.

Con sus propias manos realiza labores de limpieza, ornato, electricidad, y todo el mantenimiento de la estructura.

Hace tres años barnizó el piso del auditorio interior de “tanque” y dentro de poco lo volverá a hacer, así como realiza todos los trabajos que sean necesarios en este centro que siente suyo.

Es Lucidio el encargado de mantener en buenas condiciones un inmenso tanque, que originalmente se construyera en 1962 para abastecer de agua a la población de Las Morochas y parte de Ciudad Ojeda, pero que sufriera una inclinación leve que produjo un abandono de treinta años hasta ser rescatado como Complejo Cultural.

Maureira está consciente de la magnitud de su labor y concluye su conversación diciendo que esto “no es nuestro, sino de la ciudad”, por eso todos debemos quererla.

Luis Gerardo Leal

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena tu nota... ciertamente el Mural existe aún gracias a Lucidio... pero muy pocos en Ciudad Ojeda lo saben y lo valoran.

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