El Zaguán, Marzo de 2005
Como un entusiasta joven de Las Morochas, Johnny Salcedo se inició en las artes escénicas en 1978, con el Frente Cultural y Deportivo de esa población. Su primera obra llevaba por nombre “La Cenicienta de la Isla”, en un tiempo en que el teatro se hacía con pasión, aunque sin salas para ensayos o presentaciones.
Salcedo es un hombre sencillo y elocuente, el catire de barba, ojos claros y voz ronca que dirige al grupo de Teatro De la Noche desde 1992 y es asesor teatral del Movimiento Cultural Aquiles Nazoa de la UNERMB.
“Seamos instrumento del arte” es la recomendación que hace a los jóvenes teatreros este artista cuya máxima virtud ha sido su constancia y su mayor satisfacción es poder vivir del trabajo que le hace feliz, el teatro.
Aún recuerda el primer taller formal de actuación dictado por Nicanor Cifuentes en la entonces recién creada Casa de la Cultura de Ciudad Ojeda, en 1979.
De allí surgió la obra titulada “La Esquina del Miedo” en la cual le correspondió asumir el personaje de un jefe civil, borracho e insensible.
Después se integró al Centro de Bellas Artes de Cabimas donde interpretó el papel de gringo importante que descubre el petróleo en la obra “Cabimas Zamuro”. Su siguiente paso fue conformar el grupo La Casa del Sol en Maracaibo que ensayaba en una iglesia abandonada de la Escuela de Enfermería de la Universidad del Zulia.
En 1985, viajó a Colombia donde vivió el teatro y se casó. Estuvo un año con su esposa en Bonda, una población situada al pie la Sierra Nevada de Santa Marta.
A su regreso a Maracaibo, mantuvo un bajo perl en cuanto a teatro, pero muy activo en el área de títeres, participando en de grupo “La Hormiguita”.
Regresó a Ciudad Ojeda, en 1991 a asumir el cargo de titular en el área de teatro de la Casa de la Cultura en donde tuvo que sufrir la subestimación por parte de los artistas presentes en esa institución. Aún así, con mucha paciencia organizó un grupo cuyo primer alumno era un jovencito llamado Carlos Chirinos.
Esa agrupación es su Teatro de la Noche, que se dio por fundado en agosto del 92 con el estreno de la obra “Oh, Joseph” de Aquiles Nazoa. Le siguieron “Delirios”, “A Belén Pastores”, “Historia de una Bala de Plata”, “Calígula”, “La Dama de las Camelias”, “La Leyenda del Lago” y “Nocturno y Flor”.
Además fundó el grupo de teatro infantil “Tablita”, conformó el grupo “Kolectivo” junto a Alberto Sandoval y José Luis Zambrano con la obra “Dos Hombres, Dos Héroes y una Historia”; y con Robinson Mavárez creó la compañía de Teatro de Cabimas que se dio a conocer con la obra “Cabimas Primero”.
Y aún faltan proyectos teatrales por ejecutar, y para ello seguirá trabajando, con paciencia, pasión y constancia, como ese gran artista que quiere ser recordado como un buen amigo que ha trabajado por la cultura y en especial por el teatro.
Luis Gerardo Leal
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