Basado en el cuento de Joaquina Fernández.
Adaptación de Luis Gerardo Leal
Marzo de 2022-.
Escena 1
(Palacio del Emperador. Entran cuatro personajes: hombre 1, hombre 2, Carmen y Tiby)
Hombre 1: Hemos llegado al palacio del Emperador.
Carmen: ¡Qué bonito! ¡Cuánta elegancia!
Tiby: Alguien sabe ¿para qué nos mandó a llamar el emperador?
Hombre 2: Debe ser para algo muy importante, porque invitó a todo el reino, miren (mirando al público) ahí están todos.
Hombre 1: Mira, allá está la niña bonita que canta como los ángeles…
Todos: Ohhh
Carmen: Y allá está el niño más valiente del reino
Todos: Ahhh
Hombre 2: Y esa de allá, es la maestra más buena del mundo
Todos: Waaooo.
Tiby: Pero todavía no sabemos para qué nos trajeron para acá.
Hombre 1: Seguro va a premiarme porque siempre estoy hablando bien de él, a todo el mundo, todo el tiempo digo cosas maravillosas de su majestad, aunque sean puras mentiras.
Carmen: O quizás me va a recompensar por tener mi calle siempre limpia, todos los días la limpio para que se vea bonita, siempre estoy barriendo por aquí, barriendo por allá aunque le tiro la basura al vecino, pero eso es su problema.
Hombre 2: Yo pienso que el Emperador va a darme un premio por curar a los enfermos del reino. A todos los cuido, les doy medicinas y los dejo como nuevos. A los que paguen en dólares por supuesto.
Tiby: ¿Y a mí por qué me invitaría? Yo no soy importante, solo soy una humilde campesina, paso todo el día sembrando plantas, cuidándolas y cosechando, no tengo tiempo para hacer esas cosas que ustedes hacen.
Hombre 1: ¡Silencio! Ahí viene el Emperador.
Voz en off: Honorables habitantes del reino, reciban a su majestad real de los reales, el emperador.
(Entra el Emperador, todo lo saludan con una reverencia)
Emperador: Mis amados súbditos, os he reunido aquí hoy, porque tengo un importante anuncio. Como saben yo no tengo hijos que hereden el trono real, y ya estoy muy viejo, así que he decidido buscar a mi sucesor entre vosotros, los habitantes del reino. Prestad atención. Yo os daré una semilla a cada uno, su misión será sembrarla y cuidarla. En un mes exactamente, deberéis volver acá con la plata que nazca de esta semilla. El que tenga la mejor planta se convertirá en el nuevo emperador ¿Entendieron?
Todos: Sí, su alteza.
(Reparten las semillas y todos salen)
Escena 2
(Casa de Tiby. A mitad del diálogo Carmen y los dos hombres se asomarán para copiar lo que hace Tiby)
Tiby: No lo puedo creer. ¿Niños, escucharon? Si siembro esta semilla y logro que florezca, seré el emperador. O la emperadora o ¿cómo se dice? Ah, la emperatriz, Tiby la emperatriz, suena bien o la emperatiby., uf, mucho mejor. ¿Me ayudan a sembrar? Es muy fácil, tomamos un matero, hacemos un hoyito, ponemos la semillita, la arropamos y echamos agua. A ver, todos tomamos un matero (usando el puño), hacemos un hoyito, ponemos la semillita, la arropamos y echamos agua muy bien, ustedes son unos grandes agricultores. Bueno, ahora solo queda cuidarla, regarla todos los días, dejar que la alumbre el sol y así hasta que crezca.
(Sale Tiby, deja el matero)
Hombre 1: No es justo, Tiby sabe sembrar plantas, porque es campesina. Así nos va a ganar.
Carmen: Eso es trampa, una injusticia. No podemos permitir que ella gane.
Hombre 2: Claro que no, porque una campesina no puede ser emperatriz de este reino.
Hombre 1: Ya sé. Vamos a llevarnos la semilla que sembró. Así no tendrá ninguna planta.
Carmen: Ay, no. Eso es una maldad. No debemos ser tan malos.
Hombre 2: Claro que sí, para algo somos los villanos de esta historia.
Carmen: ¿Dónde dice que somos los villanos?
Hombre 1: Aquí en el libreto.
Carmen: Ah, sí, verdad.
Hombre 2: Bueno, entonces a hacer maldades.
Hombre 1: Pero tenemos que reírnos como los villanos, así (falsa risa de villano)
Carmen: Así no, es así (falsa risa de villanos)
Hombre 2: Ustedes no saben a ver niños, ayúdennos, ¿Cómo se ríen los villanos? (Los niños se ríen, los hombre los imitan)
Hombre 1: Ahora sí, tomamos el matero.
Carmen: Hacemos un hoyito.
Hombre 2: Sacamos la semillita.
Hombre 1: Metemos una piedra.
Carmen: Y la arropamos con tierra
Hombre 2: Wao, sí que somos malos (Salen riendo como villanos)
Escena 3
(Entra Tiby a regar el matero)
Tiby: No sé qué pasa, la semilla tiene tierra, agua, sol, pero no germina ¿Qué estará pasando? ¿Será que hice algo mal?
(Entran los tres villanos con sus materos enormes, con plantas florecientes)
Hombre 1: Miren mi planta, es hermosa, roja como el cardenal.
Carmen: La mía es más bonita, amarilla como el turpial.
Hombre 2: La mía es mejor, es morada como, como como el pájaro guarandol.
Hombre 1: ¿Pero qué es esto? (mirando el matero de Tiby)
Carmen: Aquí no hay nada, es solo tierra.
Hombre 2: Hey, Tiby, ¿Dónde está tu planta? Es acaso una planta invisible (se ríen)
Tiby: Mi planta no creció. No lo entiendo, hice todo lo que hago cuando siembro en el conuco.
Hombre 1: Bueno, ya no serás emperatriz.
Carmen: El emperador estará muy decepcionado de ti.
Hombre 2: Esas cosas pasan. Qué se le va a hacer. Bueno, adelante, vamos al castillo a mostrarle nuestras creaciones al emperador.
Tiby: No, yo mejor no voy.
Hombre 1: ¿Cómo qué no? El emperador te está esperando.
Tiby: pero, pero
Los tres hombres: Al castillo, a ver al emperador (Llevan a Tiby a empujones. Salen)
Escena 4
(Palacio del emperador)
Emperador: Damas y caballeros, ha llegado el momento de elegir al nuevo emperador. Pasad adelante los que recibieron una semilla.
(Entran los tres villanos y Tiby al final. El Emperador inspecciona las plantas)
Emperador: Usted, el último ¿cómo se llama?
Tiby: Soy Tiby.
Emperador: Es decir que te llamas Tibisay.
Tiby: No su majestad.
Emperador: Eh ¿Tiburcia?
Tiby: No su majestad.
Emperador: ¿Nepomucena?
Tiby: No su alteza, solo Tiby.
Emperador: Tuvo, tovo, Tiby. Te declaro nueva emperatriz de este reino.
(Los tres villanos se asombran y se molestan)
Emperador: ¡Silencio! Ella es la nueva heredera del trono.
Hombre 1: Pero si su planta no creció.
Carmen: Una persona que no sabe sembrar una simple semilla, no puede gobernar un reino.
Hombre 2: Exijo una revisión, rectificación, conteo manual
Emperador: Silencio, insolentes, Os di una semilla infértil, era imposible que floreciera. Era una semilla muerta (todos se asombran) ustedes, mentirosos, habéis tratado de engañarme plantando otras plantas. Esta joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su matero vacío, siendo sincera, realista y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener. Las mentiras siempre se descubren, por eso debemos decir la verdad siempre. Que viva la emperatriz Tiby, la honesta…
Todos: Qué viva...
FIN