OBRA DE TEATRO: Comadres y Compadres

Relación cotidiana de amor y odio.
Autor: Luis Gerardo Leal
Octubre de 2013

Acto1: Las Comadres
(Heliodora con una maleta y Genara entran por el centro del escenario, no se ven, hablan por teléfono cada una por su lado) (Se encuentran de frente, siguen hablando)

Heliodora: Comadre, corte.
Genara: Ay no. Corte usted
Heliodora: Esá bien Comae pa eso me hubiese enviado un wasapo (Besos, abrazos) Ay, Comadre tiempo sin verla, fue una aventura encontrarla, uff me está matando el calor. (Se limpia con el vestido)
Genara: Comadre no haga eso, no ve que tiene mucho que mostrar.
Heliodora: Ah, qué hacen con ver y no comer.
Genara: Comadre usted no cambia, sigue siendo la misma de siempre.
Heliodora: Y usted tampoco, sigue igualita, sigue esberta! (Al público) lo que está es pasando hambre.
Genara: Y usted también, está muy bella comadre, Dios mío pero que vestido tan hermoso (Al público) Se lo habrá robado a una muerta.
Heliodora: ay Comae, quedé exhausta de este viaje, no siento las patas, majinate que me duelen hasta los rayos solares. Y esta maleta que pesa más que un muerto en la conciencia.
Genara: Comae y ¿qué trae en esa maleta que pesa tanto pues?
Heliodora: ¡ay si supiera! Unos productos de yerbalais que estoy vendiendo, le traje pa que se arregle la cara y pa que rebaje.
Genara: (al publico) mi alma la que tiene que rebajar es ella, ¿será que no se ha visto en un espejo? (a Heliodora) Comae no piensa usted que debería llevarse de nuevo esa maleta.
Heliodora: ¿qué dijo comadre?
Genara: nada, que es verdad lo que dice hay una calor insoportable. (Se limpia con el vestido)
Heliodora: Comae ¿no le da pena? Mire como le venía contando le tengo un producto buenísimo! Es éste, es bueno pa las reumas
Genara: ¿pa las reumas?
Heliodora: (De forma rápida) ¡Si! Pa las reumas, la tensión, las migrañas, las hemorroides, las artritis, los dolores, las varices y hasta pal mal de ojo.
Genara: ¡no me diga Comae! Yo que necesito uno pa estos dolores de esparda.
Heliodora: también le tengo la solución para conseguir marido, pa conseguir un hombre, aquí está este pote (a una mujer del publico) tome se lo fio, a usted le hará mucho bien, si no le funciona le devuelvo su dinero y este comadre para usted, es lo mejor de lo mejor, le cura todos los problemas del universo.
Genara: ¿cómo va a ser? ¿Y funciona?
Heliodora: ehhh. La verdad no.
Genara: (se ríe) usted y sus cosas. Comae y no tendrá algo por ahí pa ayudar al marío mío?
Heliodora: ah dioh carah y ¿qué tiene su marío?
Genara: pueh, que anda calvo.
Heliodora: no se preocupe más, aquí le tengo la solución (saca otro pote)
Genara: ¿y eso qué es comadre? ¿Un jarabe? ¿Pastillas? ¿Una crema? ¿O supositorios?
Heliodora: no Comae nada de eso, algo mejor una peluca (Saca una peluca del pote)
Genara: Comae ¿y esas cosas son muy caras?
Heliodora: no Comae qué va, esto es baratísimo. El frasco pequeño le cuesta apenas 10 millones
Genara: ¿qué???
Heliodora: sí, y eso que está regulado, usted sabe por lo del dólar.
Genara: mmm ya! Bueno Comae después le hago un pedio! Toy interesada en unos potes de esos. Y cuénteme ¿qué es de la vida de mi ahijado Hercolino?
Heliodora: ay pobrecito mi muchacho, allá lo dejé con un ojo hinchao y un madre chichote.
Genara: ¡ave maría purísima! ¿Y qué me le paso?
Heliodora: si mi memoria no me falla, creo que fue un loco que me lo descocotó.
Genara: ¡ay! ¿Un loco?
Heliodora: sí, un loco gordo, feo y coco raspao.
Genara: ¿gordo? ¿Coco raspao?
Heliodora: sí Comae, ese loco brincó y lo cogió por el cogote.
Genara: ¡qué zaperoco con ese loco!
Heliodora: ay mijita y no me lo mató por poco.
Genara: comadre y ¿por qué le hizo eso?
Heliodora: juumm por una mujer, la Estílita esa, creo que así se llama, que vive por la nueva Venezuela.
Genara: (Extrañada) ay comadre ahora que lo comenta el hijo mío Graciliano también tuvo un mollejero mollejúo con otro loco. Se cayeron a piña por una niña, y el animal ese me revolcó al muchacho por toda la carretera.
Heliodora: ¡Virgen del Valle Santísima!
Genara: ¡sin pecado original concebida!
Heliodora: ¡ánimas benditas del purgatorio!
Genara: ¡ruega por ellos y por nosotros!
Heliodora: ¡virgen del perpetuo socorro!
Genara: socórrenos y líbranos de todo mar y todo pecado.
Las dos: Amen.
Genara: majínese, tuve que curarlo con hojitas de yerbabuena, cristales de zabila y el novenario de San Pancracio.
Heliodora: ¿y por qué fue pues?
Genara: igualito un lio de faldas, porque el negrito dientón ese le estaba calentando la oreja a su novia.
Heliodora: ¿negrito dientón? Comadre dígame algo, donde fue esa pelea del hijo suyo de usted?
Genara: en el bar de  las cuatro pepas allá en barrio libertad.
Heliodora: Comae, el hijo mío también lo golpearon en ese mismo bar.
(Las dos piensan)
Las dos: su hijo a mi hijo
Heliodora: su hijo el loco, gordo, pelón feo ese.
Genara: el hijo suyo el negro dientón, flacuchento, con cara de monstruo
Heliodora: claro, esa fue la crianza que usted le dio.
Genara: ¿cómo se le ocurre? El hijo mío es un santo, el suyo es un demonio.
Heliodora: qué se podía esperar de una familucha como esa.
Genara: familucha la suya, pura perdición.
Heliodora: un momento, no le permito
Genara: ¿No me permite qué?
Heliodora: ¡ay! no voy a rebajarme con usted, es más me voy. 
Genara: ¿Pa dónde carrizo va? Venga acá que le voy a meter esos potes de yerbalais por el c...
Heliodora: ¡ay cállese! ¡Vieja del carajo!
Genara: ¡vieja usted!
Heliodora: ¿vieja yo? Vieja sus nalgas! (Salen discutiendo) (música) 

Acto2: Los Compadres
(Entran Emeterio y Potracio desde lugares diferentes del escenario. Se ven, se reconocen, piensan en saludarse, recuerdan que están molestos, se alejan, se miran con odio)

Emeterio: Ahí está, el chavista ese
Potracio: Míralo pues, escuálido este
Emeterio: Marginal
Potracio: Sifrino
Emeterio: Pata en el suelo
Potracio: cachorro del imperio
Emeterio: castro-comunista
Potracio: Pitiyanki
Emeterio: Negro (Potracio lo escucha y se ofende enormemente)
Potracio: ¿Qué? ¿Cómo me dijo?
Emeterio: (lo piensa, se arma de valor y le dice en voz alta) le dije: Negro
Potracio: (Ofendido) ¿Cómo se atreve?... Guajiro. (Emeterio se ofende igual)
Emeterio: (Molesto) ¿Cómo dijo? ¿A que no se atreve a decirme otra vez eso?
Potracio: Le dije ¡Guajiro!
Emeterio: Se atrevió miré a mí usted me respeta. (Discuten con muchas palabras muy rápido, hasta que se hartan y se separan de nuevo)
Potracio: qué va a saber de respeto un bichito que ni siquiera quiere a su patria.
Emeterio: ¡Sí, Claro! Patria quería, no hay papel sanitario pero hay patria
Potracio: ¿Eso es lo que vale para usted la patria? Lo mismo que un papel tualé, claro porque su amor por este país lo tiene ahí (señala el trasero).
Emeterio: ¿Amor al país? Sólo nosotros amamos de verdad a este país
Potracio: sí, como no, por eso es que destruyen todo con sus guarimbas ¿no? en cambio nosotros estamos promoviendo la paz
Emeterio: Qué paz del sevillo, tu sólo dices eso porque apoyas a este régimen dictatorial totalitario, que ha hecho cosas buenas por los pobres, pero es malo, muy malo.
(Vuelven a discutir de y hasta se ofrecen golpes. Luego se separan de nuevo, molestos)
Potracio: Y pensar que le bauticé a su hijo
Emeterio: pendejo fui yo que le dije que me bautizara al muchacho, eso pasa cuando tomamos decisiones borrachos (Pausa, piensan)
Potracio: por cierto, ¿cómo está él?
Emeterio: ¿Quién?
Potracio: Mi ahijado, Hercolino…
Emeterio: Está bien, grande y mujeriego como su padre
Potracio: Si está grande ese muchacho ¿verdad?
Emeterio: La otra vez preguntó por usted.
Potracio: ¿Y usted que le dijo?
Emeterio: que andaba como superman, luchando por la justicia
Potracio: (Se ríe) usted y sus cosas compadreCómo pasa el tiempo (Ternura) se acuerda cuando era un triponcito chiquitico
Emeterio: tan torpe y usted lo enseñó a caminar (Se ponen serios otra vez)
Potracio: me lo saluda y me le echa la bendición
Emeterio: ¡ajá! mire, y ¿su mujer?
Potracio: ¿Genera? Ta bien ladillando.
Emeterio: ¿y qué mujer no? (se ríen)
Potracio: se acuerda cuando las conocimos, eran mancitas, calladitas, no rompían un plato
Emeterio: Por eso fue que caímos en la trampa (risas).
(Ambos imitan a mujeres con frases como Sí, mi vida, lo que tú digas mi amor, tú mandas y yo obedezco, Eres el jefe, mi cielo y otras)
Potracio: Y después sacaron las espuelas pero es una buena mujer
Emeterio: Sí, la mía también (Suspiran, se miran y se ríen)
Potracio: mire, ¿usted ya tiene un segundo frente?
Emeterio: ¿Cómo es eso?
Potracio: bueno, una novia, amante, querida, otra mujer pues
Emeterio: Shiiii, no lo diga tan fuerte pero si, es que usted sabe que yo tengo mi encanto.
Potracio: ¿dónde?
Emeterio: No se crea, aquí dónde usted me ve, soy el Don Juan de Ciudad Ojeda.
Potracio: Bueno, yo no me quedo muy atrás a mis años, todavía levanto.
Emeterio: ¿Usted? Con lo feo que es
Potracio: con esta pinta de José Luis Rodríguez El Puma”, no hay mujer que se me resista es que yo tengo el toque que las parte
Emeterio: ¿qué toque es ese?
Potracio: Fácil, la mirada (Pone mirada de protagonista de novela)
Emeterio: Ah, caray, ¿y eso enamora a alguien?
Potracio: Claro que sí, si quiere hacemos una prueba.
Emeterio: ¿Cómo hacemos eso?
Potracio: Bueno, elija a una bella mujer de aquí, yo le aplicó la mirada poderosa y usted verá como queda flechada
Emeterio: ¡Dele!  A ver (Busca una mujer entre el público) esa, no esa no, está muy bonita pa usted aquella puede ser, o esa otra ah ya sé aquella gorda que está allá
Potracio: ¿Dónde?
Emeterio: Allá, la gorda fea aquella
Potracio: ¿Aquella?, dele pues ahí voy eligió a la más fea, pero bueno, haré el sacrificio ahí voy (Pone la mirada de protagonista de novela) ya verá cómo cae
(Los dos miran. Potracio mantiene su mirada, Emeterio mira atento)
Emeterio: Lo veo lento, compadre
Potracio: Ya va compadre (Sin dejar de mirar a la mujer) compadre.
Emeterio: ¿qué?
Potracio: No me lo va a creer
Emeterio: ¿qué, qué?
Potracio: esa gorda se parece a la mujer suya.
Emeterio: ar coco, pero esa es mi esposa, compadre, deje de mirar, deje de mirar sí, es mi esposa y está barriendo el patio con una escoba
Potracio: Ninguna escoba ¿qué no ve que esa es la mujer mía?
Emeterio: A la molleja, si son nuestra esposas y están peleando

Acto 3: Pelea final
(Entran las dos mujeres aun peleando. Insultándose mutuamente. Los hombres intentan calmarlas. Ellas se acusan. Se ofenden. Ellos las sostienen y evitan que se peleen)

Genara: Soltame, Potracio, soltame que la voy a matar (Potracio la suelta) no me soltéis, pendejo (Potracio la sujeta de nuevo) Soltame, que la voy a matar
Potracio: Mi vida no habléis así, recuerda que somos gente de paz
Genara: ¡que paz ni que ocho cuartos! Soltame!
Heliodora: pero soltala pa que vea lo que es bueno.
Emeterio: No mi amor, no voy a dejar que (Heliodora lo bate de un lado a otro) no permitiré que (Sigue batiéndolo) yo te protejo (Más batidos queda mareado).
(Siguen discutiendo entre ellas y con sus maridos. Se ofrecen golpes. Helidora intenta golpear a Genara, Potracio sin saber aparta a Genara y recibe el golpe Genara se molesta porque golpearon a su marido, lanza un golpe a Heliodora, ésta atraviesa a Emeterio quien recibe el golpe. Siguen discutiendo, los hombres vuelven a sujetar a sus mujeres y tratan de calmarlas).
Potracio: Mi vida, calmate escuchame.
Emeterio: relajate, respira tengo algo que decirte
Potracio: es importante que me escuchéis…
Emeterio: sólo mirame y escuchame
Ambos: Eres tan bella como el día que te conocí.
(Ambas mujeres se olvidan de la discusión y se sonrojan, enamoradas. Ambos hombres de espaldas uno del otro chocan las manos. Se abrazan las dos parejas, y rozan sus narices. Emeterio y Heliodora levantan su pie)
Heliodora: qué bello es mi marido
Genara: el mío es feo, pero es el mejor (Suspiran)
Todos: aunque a veces peleemos, nos amamos
Genara: aprendamos a vivir juntos, a pesar de nuestras diferencias.
(Potracio carga a Genera y Heliodora  carga a Emeterio y salen como recién casados)

¡FIN! 

 

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