Luis Gerardo Leal, las letras al servicio de la cultura


Lagunillas, agosto de 2025.-

Es realmente difícil hablar de uno mismo, sobre todo ante el temor de pecar de egocéntrico o carente de humildad, pero ahí voy. Hablemos de Luis Gerardo Leal, o sea yo de mí.

El dramaturgo, director de teatro, profesor y periodista Luis Gerardo Leal ha buscado entrelazar la creación artística con la investigación histórica y la difusión de la identidad local. Su labor como cronista cultural se ha desplegado en el blog El Zaguán Vive y en las redes sociales, donde rescata la memoria de artistas y hechos que han dado forma al municipio.

Luis Gerardo Leal junto al elenco infantil de la obra Romeo y Julieta


Es uno de los más prolíferos escritores de obras de teatro en la región, que han sido representadas por diferentes agrupaciones (El Zaguán, Experimental de Imágenes, Guerreros del Arte, Tejedores de Sueños), abordando diferentes géneros, temas y estilos.

Su recorrido artístico comenzó en los años noventa, en la Fundación para el Desarrollo de las Artes Escénicas de Lagunillas, bajo la dirección de Itto Rodríguez; el grupo Cuento Con Vos dirigido por Aníbal Rodríguez, en la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia; más tarde en agrupaciones como Experimental de Imágenes, de Richard Nava, y Fusión Arte y Tradición, de Mercedes Berbesí.
Luis Gerardo Leal junto al elenco de El Zaguán 



En 2003, fundó el boletín informativo El Zaguán, junto a Eugenio Pérez, Richard Nava y Mercedes Berbesí, donde se reseñaban actividades, talentos e historias de los cultores locales. Ha sido productor y moderador de espacios radiales como “Estos Son Nuestros Valores” (Junto a Berbesí), El Zaguán (con Iralyn Urrutia), Mampara (con Greicys Robertys y José Gregorio Villalobos) y Cronopios (con Robertys). Además, junto a Ana Julia Moreno dirigió el cineclub Cinexcusas y ha apoyado todo tipo de actividades y proyectos en el municipio.  

Con su agrupación El Zaguán, Leal ha dirigido obras de teatro, zancos, títeres, cuentacuentos y malabares, además de dictar talleres como “Teatro para chamos”, “Teatro para docentes”, “Dramaturgia de títeres”, “Juegos teatrales”, “Teatro para abuelos”, “Oficio del actor”, entre otros. Zanquista, titiritero y narrador oral, ha hecho del arte un puente entre generaciones.
Luis Gerardo Leal junto a Ingrid Ribas y Robert Silva



Entre las obras dirigidas destacan “Morir en el Intento”, “Con la tablas en la Cabeza”, “El Club de los Ignorados”, “Niños de Oficio”, “La Maleta de los Cuentos de Chipi”, entre otros.

Nacido en Lagunillas, ha dedicado también esfuerzos a la investigación sobre la historia e identidad cultural de su tierra, convencido de que el teatro no solo entretiene, sino que también preserva y fortalece la memoria de un pueblo.

OBRAS TEATRALES DE LUIS GERARDO LEAL

Los Hablachentos
Comedia        
Versión de Los Habladores de Miguel de Cervantes, adaptada al dialecto zuliano

Comedia        
Creación original

El Difunto Joaquín        
Comedia        
Inicialmente armada de manera colectiva durante una clase de dramaturgia. Culminada por Leal.

Jefatura de Pueblo (versión extendida)
Comedia        
Ampliación de la obra de Aquiles Nazoa

El Castigo de Artemio        
Comedia breve        
Creación original

Comedia breve        
Creación original

Parricidio        
Drama        
Creación original

El Secuestro del Rinoceronte        
Tragicomedia        
Creación original

Dueños de Nada        
Comedia testimonial        
Basada en los discursos de José “Pepe” Mujica

Comedia
Creación original

Crímenes Ejemplares        
Adaptación teatral        
Versión de los cuentos de Max Aub

Diles que no me maten        
Adaptación teatral        
Basada en el cuento de Juan Rulfo

Tío Tigre se pone a Dieta        
Teatro infantil        
Basada en apuntes de Otrova Gomas

Tío Conejo se hace el Muerto        
Teatro infantil        
Basado en un cuento indígena warao

La Hormiga y la Chicharra        
Infantil / Títeres        
Versión del cuento tradicional

Miguel Vicente Pata Caliente        
Infantil  
Basada en los cuentos de Orlando Araujo

Herminia y el Ceretón        
Infantil / Títeres        
Creación original

La Leyenda del Ceretón        
Danza teatro        
Basada en tradición oral falconiana

Relato histórico / Teatro        
Inspirado en la memoria local de Lagunillas

Apartamento 69
Comedia
Creación original


Luis Gerardo Leal y Richard Nava




Luis Gerardo Leal y Greicys Robertys 

Dinámica con títeres junto a Leandro y Leonel


Tejedores de Sueños lleva al escenario los Crímenes Ejemplares


Lagunillas, agosto de 2025.-
 

El teatro en Lagunillas vuelve a brillar gracias al colectivo Tejedores de Sueños, que estrenó una adaptación escénica de “Crímenes Ejemplares”, el célebre libro del escritor hispano-mexicano Max Aub, convertido ahora en una pieza breve, mordaz y profundamente reflexiva.

La dramaturgia estuvo a cargo del periodista y creador escénico Luis Gerardo Leal, quien supo destilar el cinismo de Aub en una propuesta que, más allá de lo anecdótico, funciona como un espejo incómodo de la condición humana. La dirección recayó en Jhonathan Camacaro, responsable de dar forma y ritmo a un montaje que equilibra el misterio, la ironía y la fuerza expresiva de un elenco joven.


La obra parte de una premisa sencilla y al mismo tiempo inquietante: un juez interroga a cinco mujeres, todas sospechosas de un crimen. Cada una confiesa desde su propia perspectiva, sin miedo, sin remordimientos, como si el acto de matar pudiera justificarse con razones absurdas, excusas triviales o caprichos personales. Y ahí, en esa aparente ligereza, está la profundidad de la propuesta: mostrar cómo la injusticia es muchas veces maquillada con discursos que intentan darle legitimidad.

El trabajo de las actrices resulta clave: se apropiaron de personajes desbordados de ironía y humor negro, logrando que el público transitara entre la risa y la incomodidad. No hubo lugar para la indiferencia, detrás de cada confesión se oculta una verdad más dura: todos, en algún momento, buscamos excusas para lo injustificable.


El diseño escénico apostó por la sobriedad, generando una atmósfera cargada de misterio y tensión, donde la luz y los cuerpos fueron tan importantes como la palabra.  

Crímenes ejemplares se presenta como una alegoría sobre la justicia: limitada, frágil, enfrentada a un monstruo más grande y poderoso, la injusticia. Una obra corta, pero con la contundencia de un disparo certero; como la literatura de Aub, la puesta en escena no busca adornar, sino desnudar.

Las actuaciones de Michell Nava, Francchesca Camacaro, María Elena Sánchez, Kristal Santos, Emily Acosta y Noé Pirela, impregnaron de energía, misticismo y complicidad derrochando histrionismo y carácter.

Además, la presentación incluyó magistrales muestras musicales a cargo de las artistas locales Carol García, Yorgenis Navarro, Ritzabeth Matínez y Michelle Castejón, quienes con sus cantos complementaron el aura sensorial creada con la obra teatral.

Esta doble función, desarrolladas el 22 y 23 de agosto de 2025 en la sala de la Fundación Alas de Luz, demuestra por una parte el potencial artístico de Lagunillas y por otro, la necesidad de público por cada vez más teatro con calidad, autenticidad y profundidad temática.

Otilio Miquilena: el gran defensor de la cultura en Lagunillas

Lagunillas, agosto de 2025.-

Desde la sierra de Churuguara llegó a Lagunillas un hombre con alma de coplero y corazón de pueblo: Otilio Miquilena. Con voz firme y pluma encendida, escribió más de mil composiciones entre décimas, canciones y obras teatrales, convirtiéndose en símbolo eterno de la cultura local.


Nacido el 17 de marzo de 1929 en Churuguara, estado Falcón, hijo de Figuración Miquilena y Juan de la Cruz Morillo, Otilio fue el mayor de diez hermanos y desde niño alternó la faena agrícola con el canto, la poesía y la música.

En la década de 1950, dejó la siembra por la “tierra del oro negro” al establecerse en Las Morochas, el 6 de enero de 1948, donde encontró su voz cultural y su hogar adoptivo. Inicialmente, Tuvo que dedicarse a la venta de leña para fogones y luego consiguió un puesto en la industria petrolera, ambos oficios que requirieron toda su fuerza y resistencia.

Sin embargo, nunca dejó de crear obras literarias y composiciones musicales. Escribió obras de teatro como “El Negro Cupertino”, novelas costumbristas como “Tiempos Amargos”, también publicó décimas que reflejaban la historia e identidad de esta tierra.

Su canción “Churuguara es Así” fue declarada himno musical de su tierra natal, pero fue aquí, en el municipio Lagunillas, donde echó raíces profundas. Allí enseñó, cantó, escribió y formó generaciones. Fundó el Comité de Defensa y Rescate de los Valores Nuestros en 1980, acompañado de grandes figuras del arte local.



Con esta organización se encargó de difundir las manifestaciones culturales, brindando apoyo a agrupaciones como Hermanos Bermúdez, Quinta Expresión, Vendaval del Llano, Cuerdas Sonoras, Los Hermanos Delfín, Eucaris Urrichaga, Teresita Jiménez, David Miquilena, José Isaga (Piquito), Jaime Indriago.

Se casó con el amor de su vida, Doña Betty Esperanza Acedo, en 1962. Doña Betty no solo lo acompañó, sino que fue su mayor apoyo y fuente de inspiración para la composición de temas como “Hablemos como Amigos”, “Mujer Serrana”, “Me Duele el Corazón pero me Río”, entre otros.

Miquilena tuvo diez hijos: Aracelis, David, Otilio, Alexis, Luz Marina, José, Alexander, Edgar, Carlos y Nailibeth.

Fue declarado Hijo Ilustre del municipio Lagunillas. También recibió el Doctorado Honoris Causa en Letras otorgado por la Escuela de Letras de la Universidad del Zulia. Además recibió la Orden Francisco de Miranda otorgado por la presidencia de la República de Venezuela en 1989.

Entre música, letras y versos, Otilio dejó su huella con humildad y pasión. Es por ello que la Casa de la Cultura del municipio Lagunillas fue honrada con su nombre. Sus canciones, poemas y obras siguen siendo parte del patrimonio cultural de esta localidad.

Otilio Miquilena falleció el 18 de enero de 1992 en Lagunillas, pero su palabra aún respira en cada escenario y cada voz que declama. Porque Otilio sembró la cultura y floreció con ella.



La Casa la Cultura de Lagunillas cumplió 46

Agosto de 2025.-


Después de varios años dispersos, los cultores del municipio Lagunillas volvieron a desfilar unidos, en un momento especial para ellos: el aniversario de la Casa de la Cultura “Don Otilio Miquilena”. Este 5 de agosto, celebrando los 46 años de esta institución, el secretario de Cultura de la Gobernación del estado Zulia, Giovanni Villalobos, encabezó un evento de calidad en el que músicos, bailarines, teatreros, zanquistas, artesanos y artistas plásticos, lucieron sus talentos.

Villalobos, cargado de promesa para el sector cultural local, aseguró que gestionará la remodelación total de la infraestructura de esta casa y la convertirá en un refugio de todos los movimientos artísticos, incluyendo al Sistema de Orquestas y Coros, la Fundación de la Gaita Ricardo Aguirre (Fundagraez), así como los grupos de danzas, teatro, la banda escuela Chiquinquirá, el Instituto Municipal de la Gaita Luis Antonio Escaray (Imglae), entre otros.

Nectario Sánchez, quién recientemente asumió la dirección de esta Casa de la Cultura y a quien Villalobos calificó como “luz en la oscurana”, recalcó que esta institución es “la casa de los cultures”, y entre anécdotas prometió trabajar para hacer de este sitio una “casa bonita” y el “emporio de la honradez, de la probidad, de la disciplina y de la organización”.


Como demostraciones de verdadero cambio de paradigmas, la actividad inició a las 4:00pm, parecerá una menudencia, pero la puntualidad es un valor perdido en los eventos culturales. Otro detalle digno de ser mencionado, es el hecho de que toda la actividad estuvo a cargo de artistas locales, a diferencia de gestiones anteriores, que solían traer grupos de Maracaibo, haciendo a un lado al talento lagunillense.


LOS PROTAGONISTAS

Esta celebración inició con un desfile, corto pero significativo, encabezado por la Banda Escuela Nuestra Señora de Chiquinquirá, seguida de los colectivos, artistas, docentes y ciudadanos promotores de la cultura. Por ende, su entrada a la institución además de alegre y colorida, remarcaba el esperado regreso de los cultores a su casa.

La antesala del auditorio estuvo convertida en una galería de arte donde fueron expuestas las obras de artistas y artesanos, como Elí García, Pablo Enrique Pérez, Regina González, Wolgfang Conil, Bernabé Pernalete, Yazmín Álvarez, Carol García y Guillermo Silva, al ritmo del saxofón de Luna Pérez.

Artesanos y artistas plásticos 


También se mostraron los reconocimientos recibidos por el poeta Otilio Miquilena, quien da nombre a esta casa cultural. Por cierto, que la gala tuvo el honor de recibir a cinco de los hijos de Miquilena: Alexander, Edgar, Carlos, Luz Marina y Alexis.

Alexander, Alwxis, Carlos, Luz Marina y Edgard, hijos de Otilio Miquilena 




LA GALA

Cumplidos los discursos y demás acciones del rigor protocolar, inició el espectáculo. Iniciando con los niños del grupo de teatro infantil de la Casa de la Cultura, quienes presentaron una escena de su obra musical “Matilda”, una puesta en escena equilibrada en dosis de ternura y energía. Este trabajo cuenta con la dirección del profesor Robert Silva.

Matilda 


Seguidamente, el grupo de danzas de la Casa de la Cultura, dirigido por Marielena Barrios, deslumbró con las “Vivencias Venezolanas”, donde se mezcla el joropo nacionalista con escenas infantiles como los juegos de muñecas, la piñata y los papagayos o volantines.

Luego, hizo su aparición el General en Jefe Rafael Urdaneta, personificado por el joven Noé Pirela, en representación de la Misión Cultura y el grupo Tejedores de Sueños. Esta obra, original de Yennys Rojas y dirigida por Jhonathan Camacaro, fue una contundente declaración de intenciones de parte de los cultores que defienden el nombre de Urdaneta como orgulloso epónimo de la ciudad, por encima del despiadado invasor español, Alonso de Ojeda.

Obra " General en Jefe Rafael Urdaneta"



 Volviendo a la danza, tocó el turno de la academia ArtsDance Production, dirigida por Iralyn Urrutia, con los “Sones de mi Pueblo”, un popurrí de tambores de la costa que contagió la algarabía de los bailes tradicionales dedicados a San Juan, a cargo de un ballet de niñas tan bellas como talentosas.

Los docentes conformados en Grupo Magisterial de Teatro de Lagunillas hicieron un valioso aporte, al destacar la cultura afrodescendientes en un montaje que mezcló los cantos y las faenas de las lavanderas, mostrando el trabajo extenuante que cumplían estos pueblos excluidos, pero también dejando evidencia de su capacidad para ayudarse, protegerse y defenderse mutuamente.

Globito y Sonrisita



El icónico grupo de danzas Brisas del Zulia, fundado hace casi 30 años en esta misma institución, realizó un recorrido por Venezuela, con piezas como “Zumba que zumba”, “El Alcaraván” y “La Chipola”. Estas coreografías, creadas por el profesor Ender Lugo, hipnotizaron al público con sus perfectos faldeos y elegantes desplazamientos.

Seguidamente, llegaron el humor y la picardía de Globito y Sonrisita, alter egos de los actores Jonder Peña y Gregori Colmenares, de la agrupación Juventud Teatral, que con sus locuras encendieron risas cómplices entre el público.

El momento de la declamación estuvo a cargo de Carlos Miquilena, quien interpretó impresionantes textos literarios originales de su padre Otilio. Seguido del canto a capela de la profesora Ana Tilia Segovia, con su versión del tema Santa Rosa de Firmo Segundo Rincón.

Finalmente, llegó el Imglae, presidido por Gustavo Miquilena, con su set de gaitas zulianas tan perfecto y bien interpretado que el secretario de Cultura los invitó a participar en la próxima Feria de la Chinita en Maracaibo. Este grupo de niños prodigiosos presentó temas como “La Negrita Cumba Cumba”, “El Catire Machete”, entre otros.

Instituto Municipal de la Gaita Luis Antonio Escaray 



El tradicional cumpleaños feliz puso fin a la actividad pero al mismo tiempo marca el inicio de una nueva etapa llena de esperanzas para los colectivos, que esperan tener acceso a su Casa, por encima de las iglesias, los políticos, las academias de modelaje, los concursos de belleza, entre otras actividades comerciales que en los últimos años desplazaron a los cultores.

Las promesas de total apoyo a la cultura por parte de las autoridades presentes llenan de optimismo al golpeado sector de los creadores, quienes esperan poder conocer y ser partícipes de una buena gestión que dignifique a los cultores, y sobre todo que esto no sea otro decepcionante deyavú.

Danzas Brisas del Zulia

Danzas de la Casa de la Cultura

Banda escuela Nuestta Señora de Chiquinquirá 

Ana Tilia Segovia 





Alexander Olivares, el titiritero mayor de Lagunillas

Lagunillas, agosto de 2025.-

En los rincones más luminosos de la memoria cultural de Lagunillas, se alza la figura entrañable de Alexander Olivares, titiritero, maestro, creador de sueños con papel maché, lana, tela y pintura. A principios de los años 80, cuando el arte local apenas tejía sus primeros pasos, Alexander emergió como un mago de guantes y bocas móviles, fabricando títeres con alma y enseñando a darles vida con respeto, alegría y pasión.


Durante más de 30 años, fue el titiritero mayor del municipio Lagunillas, el guía que con manos pacientes moldeó a generaciones de artistas. Con su grupo “Risas de Colores”, llevó fantasía a escuelas, plazas y teatros. En la Casa de la Cultura Don Otilio Miquilena, sembró vocaciones y fabricó personajes que aún habitan la memoria de quienes los vieron danzar.

Maestro del papel maché y los títeres de guante, sus creaciones parecían respirar: sus cabecitas pulidas brillaban con un acabado impecable, y sus títeres bocones –tipo muppets– eran capaces de gesticular con tal naturalidad que el público los confundía con seres reales. 


Cada obra suya era un hechizo: “El Burrito Encantado”, “La Princesa Ojeda”, “Miguel Vicente Pata Caliente”, “Malo Maloso Comeflores”… piezas donde la ternura y el ingenio iban de la mano.

Más que un artista, fue un formador incansable, impartiendo talleres a niños, docentes y jóvenes soñadores que hoy continúan su legado. Todo grupo de títeres en Lagunillas guarda un hilo invisible que lleva hasta sus enseñanzas.


Alexander Olivares falleció el 2 de agosto de 2013, pero su arte sigue palpitando en cada función infantil, en cada marioneta que se alza para contar una historia, en cada risa que estalla desde el asombro.

Porque cuando los grandes del arte parten, se vuelven eternos en las manos de quienes los aprendieron a amar.



FOTOGRAFÍAS CORTESÍA DE MERCEDES BERBESÍ 

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