La temible Bernarda Alba estremece las tablas



Ciudad Ojeda, marzo de 2017.- 



La soberbia madre y sus hijas, víctimas de la rigurosidad religiosa y moralista de principios del siglo XX, cedieron a sus impulsos y desataron emociones, frustraciones y dolor. Se trata de uno de los mayores clásicos del teatro universal, “La Casa de Bernarda Alba”, original de Federico García Lorca, escrita en 1936 y estrenada en 1945. 

Esta obra maestra llegó a Ciudad Ojeda, municipio Lagunillas, de la mano del grupo Tejedores de Sueños con una novedad que estremece desde la primera escena: todos los personajes son femenino, pero interpretados por actores masculinos. 

La fecha era propicia: Día de la Mujer, el mes del Teatro y cumpliendo 72 años de su estreno mundial. Los tejedores asumieron el gran reto de llevar una obra de tal magnitud a un público que no está plenamente formado para el teatro.  Y salieron airosos. Con actuaciones de altura (en la mayoría de los casos) y un cuidado ambiente, lograron hacer que los espectadores se obviaran el transformismo y se hundieran en el drama de Bernarda, sus hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela), y dos sirvientas (La Poncia y una criada).

Es el primer estreno teatral del 2017 en el municipio Lagunillas y tal vez sea la mejor obra de este año. Con un elenco muy joven, que ha crecido ante nuestros ojos en las tablas y que ha ido demostrando cómo con esfuerzo, constancia, disciplina y dedicación se puede alcanzar cualquier cumbre. Ahora recogen los frutos de tanto trabajo al exhibir una obra de teatro de alta calidad, donde no hay ni temores, ni vergüenza.

Debemos dar méritos a quienes con su trabajo individual dieron una gran noche al colectivo, actores a quienes les tocó la dura tarea de personificar mujeres en serio, sin burlas o parodias. Porque no se trató de personajes homosexuales, eran auténticas mujeres. Que se extienda el reconocimiento a  Juan morillo, Farid Novoa, Edgar Herrera, Anyerson  Montiel, Yeferson Ávila, Ricardo Govea, Luis Oliveros, Wilkendry Tolosa, Jesús Vicuña, Brayand Miquilena, Federico Santaniello Elías Piña y Alvenis Delgado. 

Mención especial merece el actor Jhonathan Camacaro, a quien le tocó el temible reto de interpretar a Bernarda Alba, lo que requirió un desgarrador proceso de descubrimiento personal que afortunadamente pudo sortear y salir bien parado. ¡Bravo!

Por su puesto, el director Ramón Guerrero, quién no se asomó a recibir su merecido aplauso, dejó un excelente trabajo teatral que desde ahora se convertirá en un nuevo punto de referencia para las artes escénicas locales. 

Vaya para todo este equipo, los que vimos y los que no vimos, una ovación, el reconocimiento de su nivel de calidad y el exhorto a no decaer, a no abandonar las banderas del teatro y a seguir tejiendo sueños para el bien de todos.







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