Ciudad Ojeda, noviembre de 2017.-
Una tarde de octubre, los espantos, ánimas, muertos y otros
engendros se encontraron para contar sus historias y aterrar a los vivos. El
teatro fue medio ideal, el Día de los Muertos fue la excusa perfecta. Fueron
los Tejedores de Sueños los encargados de esta endemoniada actividad que
embrujó al Teatro Paraute o Casa de la Cultura “Don Otilio Miquilena” de Ciudad
Ojeda.
Hablamos del montaje escénico
llamado “Pesadillas”, dirigida por Ziury Laguna, una novel teatrera que nació
en el seno del grupo Tejedores de Sueños y que ahora asume valientemente tareas
más complejas en las tablas.
Gracias a su creación, vimos desfilar, bailar, gritar y
narrar sus historias a personajes propios de la mitología venezolana como El
Silbón, La Llorona, La Sayona o Las Ánimas, junto a otras criaturas como un payaso
asesino de niños, un muñeco con vida, un espantapájaros o una bailarina sin
rostro.
Nuevamente destaca la juventud y su capacidad inventiva en
escena que caracterizan a esta agrupación, la más activa, con el mayor elenco y
único en permanente formación en el municipio Lagunillas. Además de ser un
colectivo atrevido que no teme a las críticas y sale adelante con sus ideas.
También reconocemos el primer trabajo como directora y
dramaturga de la joven Ziury Laguna, quien representa una nueva generación de
creadores teatrales y garantiza un prometedor futuro a estas artes en nuestro
municipio. Recomendamos a ella seguir trabajando y tomando los aprendizajes de
cada proyecto para superarse continuamente, así como ahondar en la profundidad psicológica, filosófica o sociológica de los personajes, para darle
mayor valor a las producciones.
Más allá de cualquier crítica, es importante recalcar el
buen trabajo presentado y su valor como producto cultural y de entretenimiento,
tan necesario en estos días complicados que viven los venezolanos. Nada mejor
que el teatro para entender lo que ocurre a nuestro alrededor, y tomar fuerzas
para seguir adelante. Sin duda, el teatro nos salvará, pero para ello es
necesario salvar al teatro.